1994 fue un año de transición del sistema operativo MS-DOS al MS-Windows, lo que obligó a la gente a comprar nuevos PCs, pues los antiguos se hicieron mortalmente lentos para los nuevos programas. En esa época, muchos informáticos acostumbrados a programar con recursos mínimos, opinaban que Windows era un despilfarro. Les costó mucho cambiar su chip mental antes de tener que rendirse ante el arrollo del nuevo sistema operativo.
Esto es lo que se lee en la página 14 de la newsletter “Information World en Español” (IWE) -antecedente de “Profesional de la información”- en su número 23, de abril de 1994:
AUNQUE a algunos informáticos y profesionales que llevan años usando PCs que funcionan con el sistema operativo MS-DOS de Microsoft Corporation les pese, tienen los días contados para seguir con él, y pronto se verán obligados a cambiar a Windows, un programa de la misma empresa.
Ya casi no se producen nuevas aplicaciones para MS-DOS. Cuando salió Windows, muchos no creyeron en él, pensaban que sólo sería un juguete o un maquillaje, pero en la práctica ha resultado extraordinariamente eficaz para atraer hacia la informática a grandes masas de personas. Si no es con Windows o por lo menos con un sistema de ventanas similar, ya no se puede vender nada. Como dice el multibillonario propietario de Microsoft Bill Gates: “los fabricantes proponen y el usuario dispone”.
La migración de DOS a Windows resulta barata y asequible en la mayor parte de los casos.
No se puede afirmar que todo el mercado MS-DOS será absorbido por Windows. Otros sistemas se disputan una parte de la tarta que deje dicho sistema operativo. IBM, p.ej., aún no ha cejado en su empeño de situar a OS/2. La importancia de Macintosh está creciendo cada vez más, y en algunos sectores como el de la educación y la edición profesional, la supremacía del sistema de “la manzana” es indiscutible. Por último, está por ver qué cuota de mercado consigue finalmente Unix, más o menos unificado, y en qué segmentos del mercado consigue hacerse fuerte.
Uno de los aspectos más definitivos en el progresivo abandono de DOS en favor de los nuevos sistemas de interface gráfica de usuario (IGU), es la rápida evolución de la tecnología de desarrollo orientada a objetos, tanto OLE (object linking and embedding) de Microsoft, como OpenDOC bajo los auspicios de IBM y Apple. Consiguen ahorrar muchos recursos” humanos y “económicos en el desarrollo de nuevas aplicaciones, lo que les separa definitivamente del tradicional DOS.
No comprar menos de un 486
Por si algo faltaba, las sucesivas versiones cada vez más potentes de los microprocesadores, fundamentalmente Intel, han convertido a las plataformas en que DOS funciona bien en sistemas obsoletos. En los ordenadores 286 y 386 ya no es posible implementar muchas de las aplicaciones aparecidas en los últimos meses. Esta base de PCs está condenada a desaparecer.
La bajada de precios que todos los fabricantes de hardware están llevando a cabo, hace cada vez más accesible a todo tipo de usuarios una mayor potencia. De esta forma el proceso se retroalimenta, a mayor potencia del hardware más prestaciones del software, y viceversa.
Reseña de ComputerWorld, n. 566, 18-24 febrero 1994, publicada en Information World en Español, n. 23, abril de 1994, p. 14.