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Abreviaciones en las referencias

 

 

Tomàs Baiget, Ediciones Profesionales de la Información SL, España

 

 

En la edición de revistas académicas persiste la costumbre de abreviaciones heredadas de la época del papel o de la informática cara, que hoy en día parecen innecesarias. Parecen que formen parte de ritos sagrados para conocedores de la publicación científica.

Nombres de revistas

El espacio que se gana abreviando el nombre de una revista es mínimo, además ¿para qué? Abreviar los nombres de las revistas solo sirve para que la gente se equivoque al intentar abreviarlos y luego se pierda la cita al no coincidir citante y citado. Esto lo hacen por ej. en MDPI.

Nombres de l@os autor@s

La costumbre heredada del ISI de abreviar los nombres de pila a solo las iniciales, en muchos casos crea ambigüedad, y puede que se resienta el índice h. Además impide hacer estudios de género.

URLs

A menos que se trate de esos horribles urls de sitios oficiales, no hay ninguna necesidad de abreviar los urls o los dois. ¿Por qué depender de un acortador?

Notación APA

Poner n(m) en vez de v., n. hace que más de uno se confunda e invierta el orden.

RESPUESTAS

 

 

Lluís Codina, Universitat Pompeu Fabra, Barcelona

 

 

 

Las abreviaciones de los nombres de la revista y la norma de poner solo las iniciales de los autores están en la cumbre de las tonterías del mundo de la publicación, que debería regirse por la razón y no por normas que hace décadas perdieron todo su sentido. Pero así es el mundo de la comunicación académica. Friki como pocos. En buena parte porque está llevado por personas que pueden ser grandes investigadores pero no tienen ni idea de comunicación académica. 

 

 

Pedro Lázaro Rodríguez, Universidad Complutense de Madrid

 

 

 

Como bien dices, un acortador de enlaces puede ser útil cuando se “trate de esos horribles urls de sitios oficiales”. No solo eso: hay urls de webs que tienden a cambiar bastante en el tiempo. Lo he experimentado por ejemplo con estadísticas de bibliotecas públicas de España que están en webs del Ministerio; cada ciertos años cambia el nombre del Ministerio según van y vienen partidos políticos en el Gobierno y con ello la web, y los enlaces y urls desaparecen: los enlaces de los papers no llevan a ningún lado.

En el trabajo que compartía hace 16 días por esta lista lo comentaba, y lo adapto aquí en base a lo anterior. La web de Bibliotecas públicas españolas en cifras antes era:

Paso una captura de la waybackmachine por ejemplo de 2021: https://web.archive.org/web/20210205144006/http://www.cultura.gob.es/alziraweb/alziraweb.cmd

Cambian Ministerios o nombres y ahora es:

Si lanzas una búsqueda por ejemplo en Google Scholar para esto: www.cultura.gob.es/alziraweb verás que las urls de los trabajos que citan a este recurso están rotas (no he comprobado todas, entiendase). 

Aquí unos ejemplos:

La url de la siguiente referencia en este trabajo de 2022 ya está rota:

Evidentemente no es responsabilidad de las revistas: es responsabilidad de la fuente de la url que la cambia sin un redireccionamiento bueno y activo (bien podrían los sitios oficiales crear urls con persistencia). Huelga decir también que el trabajo que se genera en una revista en el caso de tener que estar revisando urls retroactiva y continuamente sería interminable. Pero es cierto que tener un acortador propio como el que yo comentaba en mi mensaje de hace 16 días te permite cambiar el destino de una URL acortada en apenas unos segundos. 

Honestamente, como secretario de una revista, no voy a estar continuamente comprobando las urls que hemos acortado, pero sí que se podrán cambiar y redirigir si alguien lo solicita o lo apreciamos sin esa comprobación continua.

En cualquier caso, creo que hay una diferencia radical entre depender de servicios comerciales como bit.ly y otros, y tener tu propio acortador auotalojado. No hace daño a nadie, y si puede tener utilidades como la que comentas tú ante horribles urls de sitios oficiales y la volatilidad de algunas fuentes, bienvenido sea.

 

 

Lorena Pilloni, Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Nacional Autónoma de México

 

 

 

La idea de un acortador de enlaces propio y autoalojado me parece que puede tener muchas ventajas.

Me llevó a pensar en lo que al respecto menciona The Chicago Manual of Style 18, publicado a fines del año pasado: 

“Short URLs obscure domain names and other details that may be important to copyeditors and others assessing an author’s source citations. Publishers, however, may choose in specific cases to use short URLs in the published version of a work; in addition to taking up less space, some types of short URLs can be redirected if a source moves to a new location.”

Lo cual contrasta un poco con la edición anterior del mismo manual que desaconsejaba casi de manera total el uso de acortadores de enlaces: 

“shortened versions of a URL provided by third-party services (and intended primarily for use with social media) should never be used. Not only are such services prone to disappear, but the original URL identifies the domain name and other elements that may be important to the citation”.

Es decir, es un tema en el que sigue (y seguramente seguirá) habiendo cambios. Hay que estar atentos y hacer las adaptaciones siempre tomando en consideración todas las implicaciones para el proceso editorial, la forma en que circulan las obras en internet y, por supuesto, los lectores.

 

 

Pedro Lázaro Rodríguez
Departamento de Biblioteconomía y Documentación, Universidad Complutense de Madrid

 

 

Agradezco el mensaje y la referencia al The Chicago Manual of Style 18

La sección 9.36 del estilo APA en su séptima edición también habla de los acortadores. Pongo aquí una cita de 2020 reconociendo que no he comprobado que sea la versión más reciente ahora mismo: “some websites provide their own branded shortened URLs, and independent URL shortening services are available as well. Any shortened URL is acceptable in a reference as long as you check the link to ensure that it takes you to the correct location. See Examples 4 and 18 in Chapter 10 for a shortDOI and a shortened URL, respectively, used in a reference” (https://psycnet.apa.org/doi/10.1037/0000165-000) y un enlace de Timothy McAdoo en apastyle.apa.org donde reflexiona sobre ello (https://apastyle.apa.org/blog/shortened-urls).

En cualquier caso, creo que es bueno reflexionar sobre ello y poner todo en duda pese a lo que digan unos estilos concretos.

Decía en mi mensaje que no es responsabilidad de una revista que haya enlaces rotos, y quisiera especificar: no es su responsabilidad que fuentes externas rompan –para entendernos– el destino de un recurso en una url, pero sí que creo que es su responsabilidad que en su web no haya enlaces de salida rotos. En esto hay que tener en cuenta que el pdf no es el único formato en el que se publican los trabajos: ¿Es bueno que versiones html o xml jats (se visualizan con plugins tipo el de eLife Lens Article Viewer o no) tengan enlaces rotos? ¿Pierde fundamento un trabajo a medida que los enlaces de las citas y referencias que se han usado para desarrollar el mismo van quedando sin destino? ¿Puede ser incluso una medida de calidad del medio científico o de un trabajo el hecho de que contenga o no enlaces de salida rotos? En el entorno web los enlaces y su status o estado es algo importante, e incluso yo a nivel de blog y webs de proyectos personales los compruebo cada cierto tiempo.

Por último, en mi mensaje decía que como secretario de redacción de una revista, no iba a a estar comprobando las urls que hemos acortado continuamente, y es algo en lo que he trabajado hoy mismo. He desarrollado un script en php que se ejecuta desde el sitio donde tenemos instalado el acortador de enlaces propio en la revista.
https://codeberg.org/revistaribes/checking_url_status_yourls

Extrae las urls originales acortadas de la base de datos y comprueba su status, sacando dos tablas: una con los enlaces con status diferente a 200 (los que son candidatos a ser comprobados) y otra con los enlaces con status 200. Mi idea es comprobar los enlaces cada cierto tiempo. Y recuerdo aquí algo de mi mensaje de hace 16 días: 

“nuestro precepto es usarlo lo menos posible respetando dois, handles, urls cortas; y usarlo con urls largas de ciertos recursos y con recursos que podrían considerarse muy volátiles”. 

En ningún caso pretendemos o nos hemos planteado acortar dois o similares.

Es curioso, porque hoy mismo hemos podido modificar un enlace de un paper de nuestra revista publicado en octubre de 2024 que ya estaba roto. No hemos tenido que tocar el paper ni la url acortada, solo cambiar el enlace de destino en nuestro software. Y digo curioso porque el enlace era a una página de la IFLA. Gracias a que habíamos usado una url acortada para ese destino (teníamos experiencia de que con la IFLA pasa a menudo), hemos podido cambiar el destino sin tener que tocar el paper en ninguna de sus versiones.

 

 

Cuitláhuac Sánchez, Colmex, México

 

 

 

Recientemente se han presentado casos de uso de códigos QR para direccionamiento hacia sitios fraudulentos que pueden robar información personal de los dispositivos móviles. El tema es que antes de escanear un código QR no se sabe hacia dónde va a dirigir.

Un riesgo similar puede suceder con los acortadores de URLs, ya que la URL acortada no muestra el dominio real de la URL de destino y pudiéramos caer en algún sitio fraudulento.

Es un riesgo que debemos considerar y buscar alguna solución al respecto.

 

 

Pedro Lázaro Rodríguez
Departamento de Biblioteconomía y Documentación, Universidad Complutense de Madrid

 

 

Ese riesgo no se tiene si se usa un acortador propio como Yourls, que es el que hemos instalado en nuestra revista. De hecho como explicamos en el editorial que compartía por aquí hace unos días/semanas, instalamos también un par de plugins para ni siquiera conocer/trackear la IP de quien pinche en los enlaces acortados. Supongo que esto no pasa con servicios comerciales como bit.ly o similar (a mí Firefox me indica que los enlaces de Bit.ly resultan no seguros según la configuración que tengo, reconociendo que trabajo bastante la privacidad y seguridad).

Los plugins de Yourls que tenemos son: Anonymise y Yourls Pseudonymize para anonimizar las IPs. Hay multitud de plugins disponibles y siempre se pueden desarrollar: https://github.com/YOURLS/awesome?tab=readme-ov-file#plugins

 

Pedro Lázaro Rodríguez
Departamento de Biblioteconomía y Documentación
Universidad Complutense de Madrid

 

 

 

En la revista RIBES, en la que estoy en la secretaría de redacción, hemos instalado el software libre y de código abierto YOURLS para la gestión de enlaces acortados. 

Nuestro precepto es usarlo lo menos posible respetando dois, handles, urls cortas; y usarlo solo con urls largas, y con recursos que podrían considerarse muy volátiles (por ejemplo, en España, algunos enlaces de estadísticas de bibliotecas públicas del Ministerio de Cultura o el correspondiente, se mueven y dejan de funcionar).

Con YOURLS tenemos control absoluto de los enlaces acortados que aparecen en las publicaciones de la revista sin depender de servicios como bitly, etc. Si un recurso cambia de lugar, se puede modificar el destino de la url acortada desde el admin de YOURLS.

La instalación no nos resultó difícil teniendo experiencia en la instalación de software a nivel de hosting y funciona con una base de datos muy simple y ligera.

En este editorial que publicamos en el primer número de 2024 contamos todo el proceso y la justificación de su instalación: https://doi.org/10.5209/RIBE.98535