PREGUNTA
Ana Josefina Cuevas Hernández, directora editorial de la revista GénEroos, Universidad de Colima, México.
28 de febrero de 2025
Me gustaría leer sus opiniones y sugerencias sobre la tasa de rechazo. En ocasiones hay textos que no se alcanzan a publicar para el número al que enviaron la propuesta –afortunadamente estos son casos extraordinarios– a pesar de haber fechas límite para las entregas. En estos escenarios la revista que dirijo publica el manuscrito en el siguiente número. En este sentido mi pregunta es si se cuenta como texto aceptado para ese número o en el que se publique.
RESPUESTAS
Tomàs Baiget, director de Ediciones Profesionales de la Información SL
https://www.scimagoepi.com
28 de febrero de 2025
No entiendo muy bien tu pregunta.
Yo soy partidario de publicar inmediatamente todos los artículos terminados, no retrasar ninguno para el número siguiente. Una revista no debe ser como una fábrica que tiene fijados unos cupos de producción. Me parece que hacen una mala práctica las revistas que fijan un número de artículos en cada número y los demás los rechazan aunque estén aprobados, o los retrasan al siguiente número (y más cuando quizá en el siguiente número el problema puede agravarse por recibir también un exceso). Es normal que la cantidad de artículos fluctúe de un número al otro.
Marina Pérez, Secretaria Editorial, Revista Análisis Filosófico
28 de febrero de 2025
Me interesa mucho su comentario porque no coincide con las recomendaciones que recibí del Caicyt (Argentina). En el Caicyt comentaron hace unos años que “no está bien visto” que descienda el número de artículos entre un número y otro; recomendaron aumentar el número solo si podemos planificar mantener esa cantidad en los próximos números (idealmente, en los próximos dos años). Tal vez usted se refiere a una fluctuación menor (digamos, uno o dos artículos) pero no más que eso… ¿Me podría aclarar esto?
Tomàs Baiget, director de Ediciones Profesionales de la Información SL
https://www.scimagoepi.com
28 de febrero de 2025
Efectivamente, en general se trataría de pequeñas fluctuaciones, que es lo usual que ocurra en una revista. Hay que aceptar que la producción de artículos es algo aleatorio que depende de la época del año, de los temas de moda, etc., y se pueden aceptar como normales fluctuaciones del 20% o más.
A pesar de mi admiración por el Dr. Ignacio Aguaded (fundador y director de la revista “Comunicar” hasta 2023) a mí me parecía artificial que publicara siempre exactamente 10 artículos en cada número.
Lo que estaría mal visto, quizá se vería sospechoso de una mala práctica, es publicar una avalancha de artículos –como ha sido el caso, por ejemplo, de publicar todas las comunicaciones de un congreso sin haber pasado el peer review de la revista–. Aun así, hay casos en que un aumento “anormal” de artículos puede tener una explicación y ser perfectamente aceptable. Así, cuando la Covid-19, en la revista “Profesional de la información” doblamos el número de artículos en algunos números, pasamos de los usuales 20-22 a alrededor de 40, lo que representó un esfuerzo muy grande para el Equipo Editorial. Pero estaba claro que la comunidad necesitaba dar salida a esa cantidad de estudios y nosotros no debíamos rechazarlos.
Cuando una revista va siendo más conocida y va ascendiendo por los rankings, va a ir recibiendo más artículos. Lo deseable, lo ideal, es que adquiera más personal para poder gestionarlos todos y publicar todos los que superen la evaluación por pares. Si no es posible aumentar el personal, tendrá que poner un límite y aumentar el % de rechazos, pero esto es una pena que ocurra, es cortar el flujo natural.
Ana Josefina Cuevas Hernández, directora editorial de la revista GénEroos, Universidad de Colima, México.
28 de febrero de 2025
Mi pregunta es el cálculo de la tasa de rechazo. Tenemos dos números por año con un número fluctuante de textos entre uno a otro pero estable. Nuestra política es publicar todos los textos que pasaron el predictamen, las evaluaciones doble ciego, que atendieron las correcciones hechas en la evaluación y que llegó a tiempo para el cierre de la edición. Sin embargo, ocasionalmente hay textos que se retrasan por lo cual los pasamos al siguiente número. Justo aquí surge mi pregunta, ¿estos textos retrasados forman parte de la tasa de aceptación del número para el que fue dictaminado o del que se publicará? Quizá me estoy complicando la historia y sólo deberíamos seguir la fórmula del número de artículos recibidos y rechazados.
Rinaldo Vidal Silva, Universidad Católica del Norte, Chile
28 de febrero de 2025
Aunque estoy muy de acuerdo con lo señalado por Tomàs en cuanto a la publicación continua como solución al tema, también se debería considerar las aspiraciones de indexación de las revistas, ya que los Factores de Impacto (metodología con la cual no estoy de acuerdo, pero son las reglas del juego) se ven alterados si hay una fluctuación irregular de artículos dentro del volumen de una revista.
Tomàs Baiget, director de Ediciones Profesionales de la Información SL
https://www.scimagoepi.com
28 de febrero de 2025
Planteas un tema que se lee con frecuencia. Publicar más o menos artículos no afecta al factor de impacto (JIF) si la calidad de todos es, digamos, normal (para bien o para mal, equiparamos calidad a citas esperadas).
Se dice muchas veces que aumentar el número de artículos hace bajar el JIF. Esto sería verdad si los artículos aumentados son de inferior calidad, pero si, como decía antes, los artículos son por el estilo, no harán disminuir el JIF.
Si fuéramos capaces de descartar los artículos “malos” (cosa difícil, en general, salvo casos muy claros) entonces sí haríamos subir el JIF.
Fijaos en las megarrevistas como PLoS One o Scientific Reports, que publican miles de artículos cada mes y tienen JIFs altos.
Es decir, el JIF depende de la calidad, no de la cantidad.
Ignacio Aguaded, catedrático de la Universidad de Huelva, Grupo de Investigación Ágora.
28 de febrero de 2025
Ya que mi colega y amigo Tomàs me cita como una experiencia exitosa (y extraña) de una revista top 1% mundial con un número “regular” de artículos en cada volumen (año), me gustaría exponer que, tal como él indica, lo importante es siempre la calidad y no la cantidad, y que el factor de impacto no depende directamente del número de artículos que se publiquen, sino de la capacidad de estos de generar lecturas y por ende, y en consecuencia, citas.
De todas formas, yo no coincido con él que el número ha de ser variable. Una revista se define por su “periodicidad / regularidad” en todas sus dimensiones y al igual que mantenemos una estructura de manuscrito, una extensión marcada o un tipo concreto de abstract, nuestra opinión siempre fue en la revista de la que fue Editor Jefe durante 30 años, que el número de artículos publicados también debería ser “fijado” de antemano, variando obviamente por ello la tasa de aceptación o rechazo en cada número y volumen, porque está sí que no puede estar tasada.
Obviamente todos sabemos que las revistas de máximo reconocimiento académico se caracterizan por una tasa de rechazo altísima (que debe ser publicada y transparente), y que no es más que la evidencia de su capacidad de atraer muchos autores, aun sabiendo estos la dificultad a priori de ser seleccionados. Justamente ahí está el elemento diferenciador.
Por tanto, yo soy partidario de que las revistas definan su “potencial editorial” de antemano en función de sus recursos, y publiquen en cada volumen el mismo número de manuscritos, si bien como todo en la vida éste en el tiempo puede ir creciendo o decreciendo.
Pedro Lázaro Rodríguez, Profesor del Departamento de Biblioteconomía y Documentación, Universidad Complutense de Madrid.
https:/www.pedrolr.es
1 de marzo de 2025
En el último número de 2024 de una revista, que era un monográfico, dejaron fuera un paper mío por el motivo de que ¡no tenían espacio por número de páginas!
Para mí fue una muy mala experiencia como autor, pues sí que entraron trabajos de autores cuya aceptación definitiva fue después de la de mi trabajo, pero eso es otra historia y prefiero omitirla aquí.
Aunque pueda resultar extraño lo de quedarse sin páginas para limitar la publicación de trabajos, tiene un sentido: si eres una revista pongamos Open Access diamante, sin cobrar por publicar; la editorial de tu revista tiene un presupuesto limitado; y tienes externalizados servicios como por ejemplo la maquetación de PDFs, creación de HTMLs, XML JATS, etc., puede suceder que no tengas o no te quede “espacio” en números concretos (quizá más a final de año) para publicar todo lo que has aceptado como revista. Me imagino que en este caso se tendría presupuesto para la maquetación y lo demás que funciona limitado al número de página de PDFs.
Ignacio Aguaded, catedrático de la Universidad de Huelva, Grupo de Investigación Ágora.
2 de marzo de 2025
Este foro está abierto a la comunidad académica en general y en él se mezclan temas de debate tanto para “editores” como para “autores”; estos a veces aportan puntos de vista complementarios pero no necesariamente siempre en sintonía.
Desde el punto de vista de los editores, cuando las revistas trabajan con un número “periódico” (fijo) de artículos al año, los trabajos se rechazan no porque no se tenga espacio en la páginas, o porque llegara antes o después, o porque no haya presupuesto… Esas no son las razones reales del rechazo, al menos en las revistas de prestigio, sino más bien es porque en el concurso competitivo de selección de los mejores manuscritos no llegaron al corte de los mejores, que son los que finalmente se seleccionan. Es como cuando una Universidad lanza un concurso para una plaza de profesor, el seleccionado debe ser el que mejor currículum aporte y el que mejor defensa realice, aunque haya cinco buenos candidatos. La marca de corte es el mejor postulante. Obviamente de fondo están los recursos de la revista, el presupuesto y toda la logística, pero esa no es la causa de denegación.
Esto nos lleva a un debate colateral pero vinculado. Los editores en muchos casos no tienen buenos protocolos para la comunicación con los autores, generando confusión y escasa transparencia, lo que no beneficia saber el normal funcionamiento de este tipo de publicaciones.
Pedro Lázaro Rodríguez, Profesor del Departamento de Biblioteconomía y Documentación, Universidad Complutense de Madrid. https:/www.pedrolr.es
3 de marzo de 2025
Hola Ignacio,
Interesantes los puntos de vista de las personas autoras y editoras.
Quería añadir un matiz: el caso personal que compartí, no se trató de un manuscrito rechazado por limitaciones de presupuesto o de número de páginas concreto, sino de un manuscrito ya aceptado para un número monográfico dedicado a un tema concreto, y que dejan fuera de ese número monográfico de un año concreto por esas limitaciones, además dando preferencia a otros autores cuyos trabajos fueron definitivamente aceptados después que el mío e incurriendo -considero- en el efecto Mateo. No hablaba de denegación o rechazo: el manuscrito estaba aceptado, pero no salió en el número para el que iba y para el que se sometió a revisión.
Por añadir algún detalle sobre esto: tras lucharlo (y mucho), conseguí que en el próximo número vaya a haber aún una sección del monográfico con 3 trabajos que habían omitido por esos motivos.
Añadía al principio que son interesantes los puntos de vista de las personas autoras y editoras. Estoy completamente de acuerdo en esto: los editores en muchos casos no tienen buenos protocolos para la comunicación con los autores, generando confusión y escasa transparencia. Como persona que está en la secretaría de redacción de una revista, además de autora, el mal trato recibido como autor me sirvió para tener claro el buen trato que hay que dar a autores y autoras en la revista.
José Fernando Valencia Grajales, Universidad Nacional de Colombia
Frente al tema, es cierto que se debe mantener unos estándares mínimos y máximos, sin embargo, no existen límites, ni máximos, ni mínimos frente al número de artículos por número, razón por la cual, es una decisión facultativa del editor, y no se podría entender como un problema ético o de estándares de calidad, ya que tampoco podríamos hablar de que existan artículos que no merezcan ser publicados en un número posterior, solo por no haber sido tenidos en cuenta en la temporalidad del anterior.